Domingo, 28 de Abril 2024

¿Sabías que un ácido graso de la leche materna es esencial para activar el corazón del bebé?

Un nuevo estudio confirmó el rol clave de este componente de la leche materna para que el corazón del neonato funcione. Te contamos los detalles

Por: EFE

Este ácido es vital para la supervivencia del recién nacido, explicaron las autoras. ESPECIAL/Unsplash

Este ácido es vital para la supervivencia del recién nacido, explicaron las autoras. ESPECIAL/Unsplash

Un ácido graso proveniente de la leche materna es esencial para que el corazón del bebé recién nacido cargue la energía que necesita para funcionar correctamente y asegurar la supervivencia tras el parto, comprobó una investigación publicada este miércoles en la revista Nature.

Al nacer, el corazón del bebé debe empezar a producir rápidamente energía para iniciar el latido cardíaco en el ambiente extrauterino.

La investigación, cuya autora principal es la doctora Ana Paredes, propone un ángulo muy novedoso para entender las adaptaciones posnatales que se desencadenan para que el organismo cumpla los requisitos en el ambiente extrauterino y que se activen los mecanismos necesarios fuera del sustento de la fisiología materna.

Cuando el ácido graso "omega-6 g-linolénico" o GLA -proporcionado al bebé a través de la leche materna o "de fórmula"- es detectado por el organismo, se ponen en marcha los mecanismos necesarios para asegurar los aportes energéticos que requiere el corazón e iniciar el latido cardíaco en el ambiente extrauterino, indicó un equipo multidisciplinar liderado por expertas del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) de España.

El CNIC explicó en una nota de prensa que ácido graso "omega-6 g-linolénico" presente en la leche materna es el encargado de unirse a la proteína celular llamada "Receptor X de Retinoide" (RXR), según reveló un estudio multidisciplinar realizado en ratones.

Los investigadores comprobaron en los roedores que tanto la ausencia de RXR en el corazón como la falta del ácido graso omega-6 GLA en la leche materna impiden que las mitocondrias produzcan energía correctamente, lo que conduce a un fallo cardíaco severo que acaba provocando la muerte 24-48 horas después del nacimiento.

Esta proteína actúa como sensor nutricional de lípidos y derivados de la vitamina A, alterando la expresión génica e influyendo en funciones biológicas tan importantes como la inmunidad, la diferenciación celular o el metabolismo.

Cuando esta proteína detecta ese ácido graso materno, pone en marcha programas genéticos que equipan a la mitocondria, considerada "la central energética de las células", con las proteínas necesarias para comenzar a consumir lípidos, la fuente principal de energía en el corazón maduro.

Estos resultados pueden tener vastas implicaciones terapéuticas en patologías cardiovasculares donde existan disfunciones mitocondriales y metabólicas, así como enfermedades relacionadas con alteraciones de procesos madurativos tras el nacimiento, precisó la doctora Mercedes Ricote, quien lideró la investigación.

Leche materna natural o "de fórmula"

Las investigadoras precisaron que la leche "de fórmula" (artificial) contiene también los precursores necesarios para conferir al neonato el "GLA" que necesita para poner en marcha su sistema cardíaco tras el nacimiento.

Asimismo, señalaron que este ha sido un proyecto llevado a cabo con modelos animales y celulares, y que falta conocer las implicaciones en humanos con estudios que tengan una orientación clínica.

Paredes y Ricote explicaron que estudios previos ya habían vinculado la baja concentración de "GLA" en la leche materna con un menor crecimiento neonatal, aunque se desconocía hasta ahora el mecanismo de actuación y la relevancia fisiológica de este ácido graso.

Las investigadoras destacaron la importancia de una correcta nutrición de las madres para mantener niveles adecuados de "GLA" en la posterior lactancia y agregaron que éste pertenece a los ácidos grasos esenciales "omega-6" que se deben ingerir de forma regular.

"Por ello, tener una dieta equilibrada y sana no sólo durante el embarazo, sino también durante la lactancia, sería el primer método preventivo a tener en cuenta; y la leche de fórmula cuenta con el precursor del GLA, lo que supondría un método alternativo a un posible estado de malnutrición materna", aclararon.

La leche de fórmula, que también contiene el ácido graso en cuestión, sería una alternativa, según las expertas. ESPECIAL/Unsplash

Actualmente, los esfuerzos se están centrando en estudiar si, además del corazón, existen otros tejidos u órganos donde el "GLA" materno tenga un papel relevante tras el nacimiento, ya que la lactancia es un proceso que afecta a todo el organismo "y tendría sentido que este mecanismo que hemos descrito tuviera un impacto fisiológico en otros tejidos que necesitan madurar rápidamente para adaptarse al medio extrauterino".

En la investigación participaron varias entidades nacionales e internacionales, entre ellas el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad de Barcelona, el Instituto de Biología Funcional y Genómica de la Universidad de Salamanca y el Instituto Karolinska de Suecia.

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