Definitivamente, Trevor Bauer es de un nivel superior, y seguramente será cuestión de tiempo para que regrese a tomar su lugar en las Grandes Ligas.Y es que, al ex lanzador derecho de Dodgers de Los Ángeles y ganador del Cy Young en 2020, le bastaron 11 aperturas para empatar y romper récords históricos no sólo de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB), el máximo circuito beisbolero profesional que se juega en nuestro país en primavera y verano, sino otras marcas también de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) el otro circuito profesional mexicano de beisbol que se disputa en otoño-invierno.El pasado viernes 21 de junio, en su salida ante Guerreros de Oaxaca, el serpentinero de 33 años ponchó a 19 bateadores en 8.2 innings. Con esta cifra, Trevor se convirtió en el pitcher con más chocolates en un juego de nueve entradas de Liga Mexicana de Beisbol y rompió la marca de 18 que establecieron Martín Dihigo en 1939, Lino Donosoen en 1951 y Ricardo Sandate en 1974.Antes, el domingo 21 de abril frente a Bravos de León en el Estadio Alfredo Harp Helú, Trevor recetó nueve chocolates de manera consecutiva, cifra récord en LMB que comparte con otros dos lanzadores.Trevor es firme candidato a la Triple Corona de pitcheo, pues lidera el departamento de ponches con 102, tiene la mejor efectividad de LMB con 1.56 y es el pitcher con más victorias en lo que va de la campaña con nueve, sin conocer aún la derrota.Con los mencionados números, este extraordinario pitcher ha venido a romper la Liga, pero al mismo tiempo que está jalando reflectores hacia su persona también lo hace hacia el propio beisbol mexicano, lo que siempre será una buena noticia para los peloteros nacionales que aspiran probar suerte en el mejor beisbol del mundo o regresar a él.Y no sería Trevor Bauer el primero que logre retornar a la Gran Carpa, basta recordar pasajes conocidos, históricos, como el del propio Fernando Valenzuela, que como es sabido vino a Charros de Jalisco a principios de los noventas, a través de las gestiones realizadas por el equipo que entonces presidía el ingeniero José Guillermo Cosío Gaona, en el que tuve la fortuna de participar como vicepresidente, y que con el apoyo de otros empresarios que también pusieron su esfuerzo para que Charros regresara en esa época de un largo letargo a la LMB, se consiguiera que “El Toro de Etchohuaquila” se catapultara y obtuviese el ansiado pase de retorno a las Grandes Ligas en dos ocasiones después de jugar con Charros de Jalisco, y retirándose después de ello, todavía con fortaleza y presencia.Así que, a pesar de estar participando en México, de alguna forma desahuciado en cuanto a que vino a jugar su última o últimas temporadas como profesional en un nivel Triple A, y a estamentarse como promotor y copropietario de uno de los equipos con más prosapia y mayor relevancia en el béisbol, no solamente el estival, sino el de todas las épocas del año en México, me refiero a Diablos Rojos, a los Pingos de la Ciudad de México, estaría muy cerca de obtener un boleto de regreso a MLB.En fin, Trevor Bauer vino con la expectativa de triunfar, romper la Liga, ser el máximo ganador y el más espectacular personero desde la loma de las responsabilidades para desde aquí retornar a Grandes Ligas, y vaya que está demostrando su calidad, su fortaleza, su capacidad. Solo faltará que lo adviertan así quienes mandan en las franquicias de las Ligas Mayores y se decidan a perdonarle sus pecados y tomar el teléfono.bambinazos61@gmail.com@salvadorcosio1
