El 8 de septiembre de 2011, EL INFORMADOR publicó este titular: “Madre de desaparecido irrumpe en informe de Felipe Calderón”. La nota consigna: “José Luis Arana Aguilar es el desaparecido número 250 del Estado. María Guadalupe le pregunta a indigentes, a activistas, a vecinos de Tonalá, a policías, al procurador... le pregunta al Presidente si alguien sabe dónde está su hijo, al que esperan dos hijos de cuatro y dos años, quienes creen que su padre tiene meses trabajando fuera del Estado”.Hay un video del momento (quizá uno de los primeros clips virales en el país). Allí quedó grabado el nacimiento de nuestra primera madre buscadora de Jalisco: Lupita Aguilar, fundadora del colectivo Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos Jalisco (Fundej). El martes pasado, Felipe VI entregó al colectivo en Madrid el Premio Derechos Humanos Rey de España por su labor social y humanitaria a 11 años de su fundación en Jalisco. Cuando el lunes 17 de enero de 2011 desapareció Juan Luis, hijo de Lupita, ella le dijo a su nuera: “Te vas a dedicar única y exclusivamente a proteger a los niños y yo me voy a dedicar a buscar a Pepe”. La búsqueda se ha prolongado por más de 13 años. Perdieron la casa de su hijo porque ya no pudieron pagar la hipoteca. El seguro jamás los indemnizó por el auto que se llevaron los captores. Nadie anticipó esta catástrofe. Cuando Lupita increpó a Calderón en el Complejo Panamericano de Voleibol, en Guadalajara, había 250 desaparecidos en Jalisco. Hoy superamos las 14 mil personas sin localizar. Calderón la escuchó esa vez. Le dijo que la iba a ayudar y nunca hizo nada. Simplemente dejaron de responderle el teléfono. En marzo de 2011, Lupita se paró en la Glorieta de los Niños Héroes para reclamar, junto con siete mujeres, la aparición con vida de sus familiares. Lo hizo deliberadamente. Quería un lugar emblemático para protestar. Después todo un movimiento rebautizó ese espacio como la Glorieta de Las y Los Desaparecidos. Lupita es enfermera pero ahora sabe de identificación forense, genética y derecho. Ha estudiado y tomado cursos. Los primeros días, me contó, la autoridad la engañó. Le dijeron que se fuera a su casa a esperar. Perdió horas valiosas. Por eso creó el colectivo, para evitar que otros después de ella sufran lo mismo: “El conocimiento es lo único que nos va a llevar al poder, al poder encontrarlos”.Fundej instala cada martes desde el año 2020 un módulo informal frente al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF). Allí brindan asesoría a familiares de desaparecidos. Ofrece desde una pluma hasta orientación jurídica e incluso lleva a funcionarios y especialistas para capacitar y explicar sus derechos a las víctimas indirectas. Les dicen en qué puerta tocar. Hace dos días Guadalupe Aguilar estrechó la mano de un Rey en España. El próximo martes seguramente estará en su módulo frente al Semefo, en Tlaquepaque, bajo un toldo y unas sillas de plástico, para darle la mano a los miles de familiares que buscan a sus desaparecidos.jonathan.lomeli@informador.com.mx
